Universidad Alfonso Reyes
División Preparatoria
3er Ensayo
Alumno: Luis Alberto Rendón Maldonado
Matricula: L-10691
Grupo: 3 D.
Maestra: Lic. Norma Elia flores
Materia: Literatura
Guadalupe, NL, VIERNES
19-JULIO-2012.
INTRODUCCION
American Gangster es una pieza cinematográfica que nos
presenta el crimen organizado en la década de los años 70´s de Harlem. Ésta
organización criminal se convirtió en uno de los grandes traficantes de heroína
en Estados Unidos, debido a que mantuvo la calidad de la pureza de la heroína
para sus consumidores a un precio menor que presentaba el mercado en esta
época.
Lo interesante de esta organización es que nos presenta una
de las primeras organizaciones criminales afroamericana, que logra dominar el
mercado de los narcóticos de origen asiático en la región estadounidense
durante el periodo de la guerra vietnamita. La organización es liderada por
Frank Lucas, que obtiene todos sus conocimientos a través de Bumpy Johnson que
era uno de los grandes narcotraficantes afroamericano y asociado con infinidad
actividades ilícitas.
Aspectos Reales
Lucas era el chofer, cobrador y mano derecha de Johnson, por
lo que sus acciones estuvieron influenciadas y basadas en las acciones
realizadas por este gánster. Johnson se caracterizó por ser un “man of the
people”, era una persona que era respetado y querido por la comunidad
afroamericana, por lo que sus acciones eran consideradas legitimas en esta
comunidad.
La legitimidad de este protagonista del crimen radicaba en “la seguridad” y el “orden” que le
otorgaba a la comunidad, basada en una limpieza social sobre todo aquel que
quisiera abusar de la organización criminal y por ende extorsionar a la
comunidad. En varias escenas de la
película se puede observar la forma en que se eran asesinados, unos fueron
quemados y otros simplemente
En este periodo, la sociedad estaba inmersa bajo una cultura
de ilegalidad en donde las acciones ilícitas eran consideradas como parte de la
cotidianidad, en donde el orden y la justicia no constituían una de las
funciones de la policía, ni de los órganos judiciales.
AMERICAN GANGSTER
El cine gángsters puede considerarse un
género en sí mismo, un género que ha dado algunas obras maestras que han dado
puntos de vista muy diversos sobre la mafia y la delincuencia organizada; la
visión épica de El Padrino y El Padrino II, donde se equipara a los jefes
mafiosos a jefes de estado, que velan por los intereses de sus ciudadanos al
margen de unos Estados Unidos indiferentes a su suerte contrasta fuertemente
con la visión más sucia y más realista de Martin Scorsese en Uno de los
Nuestros o Casino, donde la obsesión por mantener el status quo y las ganancias
pasan por encima de cualquier otra consideración para los jefes mafiosos.
También se ha contado bastantes veces el auge y caída de notorios delincuentes
o mafiosos, como en la épica Érase una vez en América, que además supone un
fresco social de distintas épocas, Scarface, en su versión de 1932 o en El
Precio del Poder o en la notoria Enemigo Público, fuente de inspiración a gran
número de películas.
American Gangster, de Ridley Scott bebe
de forma bastante obvia de muchas de estas fuentes, tejiendo un retrato, no
sólo de un personaje sino indirectamente de toda una etapa de la historia de
Estados Unidos y de la ciudad de Nueva York. La película cuenta la historia de
Frank Lucas (Denzel Washington), que fue guardaespaldas y chófer de un notorio gángster
negro de Nueva York. Después de su muerte a finales de la década de 1960, hará
cuanto sea necesario para heredar su posición y ampliar su negocio de
narcotráfico. Aprovechando la guerra de Vietnam, que contribuyó a incrementar
el consumo de heroína en Estados Unidos de la mano de los soldados americanos
que la encontraban y consumían a bajo precio en Vietnam, Frank Lucas prescindió
de intermediarios y montó una red de transporte en los aviones militares
americanos, procesado y distribución de la heroína controlada por completo por
él, permitiéndole vender la droga en la calle más pura y más barata que sus
competidores. Como golpe final de marketing, etiquetó las papelinas de forma
distintiva con la marca ‘Blue Magic’. Esto hizo que tuviera un éxito sin
precedentes, amasando una inmensa fortuna y llegando a pasar por encima incluso
de la poderosa mafia italiana.
Esta honestidad, no obstante provoca que
se le encargue la creación de un grupo especial antidroga, encargado sólo de
procesar a grandes delincuentes, lo que hace que acabe topando con el imperio
creado por Frank Lucas y empiece, de forma metódica y concienzuda a perseguirlo
hasta lograr detenerlo.
American Gangster se esfuerza por recrear
tanto el ambiente de la época como su aspecto (vestuario, peinados, coches,
etc.) y en general por aportar un aura de verosimilitud casi documentalista a
la película. El retrato que se hace de Frank Lucas le adorna con unas
cualidades muy americanas: un hombre hecho a sí mismo de orígenes muy humildes,
que visita la iglesia cada domingo y que cree firmemente en la institución
familiar, lo primero que hace cuando expande su negocio es emplear a sus cuatro
hermanos en él y llevar a su madre a un enorme mansión. También es un
trabajador muy duro y muy exigente, tanto con sí mismo como con los demás a los
que no deja pasar un error, un capitalista emprendedor, capaz de realizar un
buen análisis de mercado, comercializar un producto mejor y más competitivo que
el de los demás y negociar buenos acuerdos con posibles competidores y
reguladores (mafia y policía). Todo eso superando los prejuicios raciales de la
época y mostrando una discreción que hizo que pasara desapercibido para las
autoridades durante años.
Todas esas cualidades, presentadas como
genuinas por la película y sumadas al gran carisma de Denzel Washington hacen
que se maquillen otros “defectillos” como el despiadado control que ejercía
sobre sus rivales y la fría violencia que empleaba con cualquiera que le
ofendiera o decepcionara o el flagrante hecho que se dedicara a un negocio que
contribuía a la degradación de los barrios más pobres y marginales (sus
dominios) y al aumento importante de muertes por sobredosis debido a la pureza
superior de su heroína. Y aunque todo esto se muestra, queda bastante tapado
por la oda al emprendedor que supone buena parte del metraje.
Del personaje de Richie Roberts sólo se
muestran dos virtudes, la honestidad en el trabajo y el tesón. Russell Crowe,
en un gran trabajo se contiene para componer un personaje anodino, de vida
desordenada y disipada y muy enfocada en su trabajo y en sus estudios para
llegar a ser abogado. La película, con una cierta falta de argumentación narrativa,
parece explicar su honestidad en el trabajo como una licencia para poder ser
deshonesto y disipado en sus otros ámbitos vitales.
American Gangster está producida con el
cuidado por el aspecto visual y la fotografía propios de Ridley Scott, puntuando
muy alto en ambos aspectos. En el aspecto narrativo, se centra mucho en el auge
de Frank Lucas, pasando con una cierta precipitación por los motivos que
propiciaron su caída, lo que acaba realzando la figura de un personaje bastante
discutible y descompensando un poco una narración ya de por si muy larga (157
minutos).
También destaca el apartado interpretativo de
la película, Denzel Washington compone a las mil maravillas un personaje tan
íntegro y carismático como los que normalmente le vemos y además lo dota de un
aura peligrosa que es de lo mejor del filme. Russel Crowe se aleja de sus
interpretaciones más épicas y logra componer un personaje bastante creíble a
pesar de ciertas lagunas en su definición.
También cabe destacar a Josh Brolin, que
interpreta fantásticamente a un siniestro policía corrupto. En mi opinión el
aspecto más negativo del film es una cierta frialdad en su factura, una falta
de personalidad y de energía en su resultado final que en ciertos momentos hizo
que mirara el reloj. Los esfuerzos para retratar la época en que se ambienta
también me chirriaron en ocasiones, haciendo parecer algunas escenas como
caricaturas folclóricas de los 70.
En conjunto American Gangster me pareció
una buena película, aunque está lejos de ser una gran película, en mi opinión
está a años luz de obras maestras como las dos primeras entregas de El Padrino,
con las que intenta compartir el sentido de la épica o de Taxi Driver, con la
que comparte el retrato de degradación de Nueva York en los años de la década
de 1970.
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